jueves, 12 de febrero de 2009
LOS COCHES DEL COLEGIO
Además estaban también los coches de los profesores, el 600 de D. Mariano que cuando le veíamos llegar significaba que era hora de ir hacia las clases. El R-12 ranchera de D. Moisés y como no el Seat 133 de D. Javier.
También forman parte de la historia del Colegio porque siempre en fotos incluso salían el 124 o el 600, era ver la imagen de la Puerta Principal y siempre había allí alguno haciendo compañía a S. José, se puede decir que estaban allí en silencio viendo el discurrir de aquellos chicos que iban y venían .
SALUDOS.
ALFONSO SANZ.
martes, 10 de febrero de 2009
La residencia
Calle adelante calle atrás, ojeábamos a ver si veíamos alguna larga melena asomada a la ventana. En aquella época, con 12 años, comenzaba a florecer un extraño interés hacia el sexo opuesto, y la residecia estaba llena de estas criaturas. Aun no reuníamos el valor suficiente como para empezar una conversación, así que nos conformábamos con mirar hacia las ventanas y ver si alguna cabecilla se asomaba y si alguna sonrisa se vislumbraba entre aquellas caritas angelicales.
Cuando se veía un pequeño alboroto tras las ventanas, imaginabamos que éramos nosotros los provocadores del acontecimiento, y elucubrábamos sobre quién del grupo atraería la atención. Imagino que cada uno se sentía, en cierto modo, protagonista, y como las niñas estaban un poco lejos, supongo que cada uno pensaría que al que miraban era a él.
Si de vez encuando encontrabas a alguna de las alumnas por la calle, por supuesto, no se cruzaba ni una palabra (salvo raras excepciones), como mucho, le decias a una amiga de una amiga que aquella de los ojos verdes te gustaba. Si además, te enterabas de su nombre, ya era todo un acontecimiento. Aun recuerdo uno de los nombres, Montse, me gustaba aquel nombre de la niña de faldas a cuadros.
¡Qué tiempos aquellos!
domingo, 8 de febrero de 2009
lunes, 2 de febrero de 2009
LAS NEVADAS DE AGUILAR
¡¡¡¡¡ Que tiempos.....!!!!!!
Bueno Saludos a todos y animaros para contar lo que se os ocurra.
ALFONSO SANZ.